Este bizcocho es realmente una delicia, y es que como podréis haber observado últimamente me encanta incorporar calabacín a los bizcochos, le da una textura suave y esponjosa, además de aligerarlos muchísimo, de hecho si al calabacín rallado le añades canela, azúcar y un poco de limón todo esto horneado, creerás que estas tomándote un rico pastel de manzana.
Es un bizcocho muy versátil, puedes hacerlo con harina normal, ó mezclarla con integral ó bien usar toda integral como ha sido mi caso mezclando harina de trigo normal con integral de centeno. Además si te apetece le puedes añadir unos frutos secos, ó si quieres hacerlo aún más ligero puedes sustituir el azúcar blanco por algún edulcorante que utilices en casa, como sacarina, stevia, sirope de agave, etc....
En casa, nos encanta tomar este bizcocho acompañado con el café con leche o un chocolatito por la mañana para desayunar ó bien a media tarde para una merienda ligera
Precalentamos el horno a 180ºc
En un recipiente/bol, mezclamos los ingredientes secos, la harina, el bicarbonato, la canela, nuez moscada y sal.
En otro bol, batimos los huevos, añadimos el aceite, azúcar, vainilla y batimos bien hasta que esté todo incorporado. Añadimos la mezcla anterior (los ingredientes secos) y mezclamos hasta que está todo bien integrado.
Y por último, añadimos el calabacín rallado ó troceado, la manzana a laminitas finas y las nueces troceadas (yo no le he puesto), la mezcla será bastante espesa.
Volcamos sobre el molde que previamente habremos engrasado con un poco de mantequilla.
Horneamos a media altura calor arriba y abajo hasta que esté dorado y al pinchar con un palillo en el centro, éste salga limpio, aproximadamente unos 30-40 minutos.
Dejamos reposar en el molde unos 10 minutos, pasado este tiempo retiramos el bizcocho, dejándolo enfriar sobre una rejilla.
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