Tengo que admitir que éste ha sido el bizcocho más rápido y sencillo que jamás haya preparado pero el resultado os aseguro que es de 10, un bizcocho jugoso, realmente sabroso e increíblemente está hecho con una mezcla de restos que tenía en la nevera, de yogur y queso fresco tipo Burgos ambos 0%, sacarina líquida y sirope de agave (que podéis sustituir por miel), quizás el producto estrella haya sido la maravillosa harina de espelta y la manzana fuji que le ha aportado una jugosidad y acidez realmente rica, .
Aquí tenemos los ingredientes:
Precalentamos el horno a 180ºc y preparamos el molde escogido cubriéndolo con papel de hornear ó bien cubrirlo con una fina capa de mantequilla y luego una lluvia de harina.
En un recipiente mezclamos el yogur y/o queso, el azúcar ó edulcorante escogido, los huevos y el aceite.
En otro recipiente añadimos la harina, levadura, bicarbonato, canela y sal y mezclamos
Pelamos la manzana, partimos en cuartos retirando la parte central, la cortamos finamente y luego a gusto los trozos, los míos no son excesivamente pequeños ya que en casa nos gusta notar la fruta pero queda estupendamente en trozos más pequeños.
Añadir la mezcla de harina a la mezcla de yogur/queso y mezclamos rápidamente hasta que esté todo integrado. No te preocupes si hay grumos, no hay que mezclar en exceso. Añadimos la manzana troceada y la integramos rápidamente con la espátula.
Vertemos la mezcla en el molde escogido, una opción interesante podría ser decorarla con unas almendras laminadas.
Horneamos a media altura, calor arriba y abajo durante unos 35-40 minutos, transcurrido este tiempo pinchamos el bizcocho, si sale limpio, ya lo tenemos listo, en caso contrario horneamos unos minutos más.
Esperamos unos minutos antes de desmoldar y luego pasamos el bizcocho a una rejilla hasta que esté a temperatura ambiente.
Podemos decorarlo con un poco de azúcar glacé. Delicioso con un chocolate caliente ó un cafe tanto para desayunar como para una merienda.
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