Estas patatas han sido un éxito, puedes prepararlas tanto como un entrante ó como guarnición tanto para carnes como para pescados, en nuestro caso ha sido el compañero del Pollo al Limoncello.
Además son una delicia, el Parmesano le da un matiz extra de sabor, y con ese corte tan peculiar y llamativo de las patatas Hasselback.
Aquí tenemos los ingredientes y la receta:
Precalentamos el horno a 200ºC
Limpiamos bien las patatas para que no haya ningún trozo de tierra, mejor si le pasamos un cepillito, hay que tener en cuenta que lo mejor de estas patatas es que nos la vamos a comer entera.
Luego haremos unos cortes a la patata pero sin llegar al fondo, yo me he ayudado de un cucharon de cocina, al que he puesto sobre él la patata y he ido haciendo los cortes como si fueran rodajitas, esto impide llegar hasta el final.
Cortamos a rodajas finitas el queso Parmesano o Grana Padano y si decidiésemos ponerle mantequilla también le daríamos unos cortes muy finitos.
Abrimos cada uno de los cortes y vamos introduciendo en cada corte alternando el parmesano con la mantequilla (si optamos por ponerle finalmente mantequilla) sino en cada corte ponemos el queso, hasta que completemos toda la patata, así con cada una de ellas.
Salpimentamos, también podemos ponerle un poco de ajo seco y vertemos sobre ellas un poco de aceite de oliva.
Introducimos en el horno precalentado con calor arriba y abajo, y transcurridos unos 45 minutos, retiramos del horno y regamos con un poco de nata liquida sobre cada patata y las espolvoreamos con queso rallado a nuestro gusto.
De nuevo las introducimos en el horno aproximadamente unos 15 minutos más ó hasta que veamos que el queso se ha fundido y tiene un bonito color dorado.
Aun no ha comentado nadie
¡¡Se el primero en comentar!!