Realmente deliciosa el resultado de esta quiche con base de patata y espárragos, me encantó la idea de variar de la típica masa quebrada u hojaldre, por una base de patata doradita y crujiente, y si ya la acompañas con un buen queso ummmmm, además perfectamente puedes usar tu imaginación y utilizar la verdura ó ingredientes que te apetezca ó te guste.
Pero como estamos en temporada de espárragos, y en casa nos encantan, fue tan sencillo como lavarlos, retirarles la parte dura del extremo y dejarlos caer sobre la mezcla de queso y huevos.
Perfectamente puedes añadirle el queso que más os guste ó tengáis en casa, simplemente tienes que tener en cuenta que funda bien, le añadí algunas cebolletas y un pelín de bacon.
El resultado una quiche maravillosamente sabrosa y sustanciosa, que definitivamente repitiré, además adaptaré la base de crujiente de patata en otras muchas, es un poco más laboriosa pero sinceramente, tampoco es tanto y realmente vale la pena.
Empecemos con los ingredientes:
Precalentamos el horno a 180ºc
Rallamos las patatas con un rallador de cortes anchos. Colocamos en un bol, salpimentamos y mezclamos. Pasamos a un trapo limpio, juntamos los extremos del trapo y escurrimos los excesos de líquido en el fregadero (es importantísimo escurrir bien la patata, apretar con fuerza hasta que no salga nada de líquido). Reservamos las patatas en un recipiente.
En una sartén de hierro fundido ó sartén que luego podamos meter en el horno, calentamos el aceite junto la mantequilla a fuego medio alto hasta que la mantequilla esté derretida. Agregamos las patatas e inmediatamente vamos cubriendo y esparciendo por toda la sartén apretando las patatas hacia el fondo y laterales de la sartén, nos podemos ayudar con la base de un vaso ó taza de vidrio ó loza.
Continuamos cocinando, presionando las patatas a los lados de la sartén si comienzan a encogerse, hasta que las patatas estén unidas y la parte inferior de la corteza empiece a dorarse, aproximadamente 10 minutos. Retira la sartén del fuego y reservamos.
Mientras, si decidimos ponerle bacon, lo cortamos en tiras, ponemos a calentar una sartén sin aceite y doramos, retiramos. Reservamos.
Podemos utilizar la grasa que ha soltado el bacon para saltear la cebolla ó bien calentamos 1 cucharada de aceite o mantequilla en una sartén y pochamos las chalotas ó cebollas laminadas bien finitas. Reservamos junto el bacon
En un bol ó bien nos podemos ayudar con un robot/batidora, batimos los huevos, la nata, sal, pimienta, nuez moscada, y mostaza. Reservamos
Añadimos el queso rallado y las chalotas sobre el fondo de patata y vertemos la mezcla de huevo. Añadimos los espárragos que previamente le habremos quitado la base o parte dura (*) y presionamos ligeramente éstos para que el huevo cubra la mitad del espárrago.
Opcionalmente decoramos añadiendo unas tiras de cebollino.
Mi sartén de hierro fundido era unos centímetros más pequeña y con menos fondo, por lo que me ha sobrado relleno, que he congelado para otra quiche ó bien una tortilla.
Horneamos hasta que la quiche esté cuajada y la corteza bien dorada, unos 30-35 cm. Dejamos enfriar por lo menos 10-15 minutos, o hasta que esté a temperatura ambiente antes de cortar en trozos, recomiendo servir de la sartén.
(*) Cómo retirar la parte dura del espárrago para no desaprovechar la parte buena: la forma más sencilla es cogerlos uno a uno con dos dedos por la base y con otros dos ir curvando poco a poco por distintas zonas del tallo hasta que el espárrago se rompa por sí mismo sin que tengamos que ejercer fuerza. De esta forma fácilmente nos quedaremos con la parte tierna para cubrir la quiche.
Aun no ha comentado nadie
¡¡Se el primero en comentar!!